Si no resulta está bien, es solo un experimento

Como creativos necesitamos hacer cosas nuevas. La posibilidad de experimentar es lo que nos motiva cada día a levantarnos de la cama con entusiasmo.
Hablo de nosotros porque sé que no estoy solo en este aspecto. Cada persona creativa que conozco siente ese mismo llamado dentro suyo, que le invita a probar nuevas ideas y formas diferentes de realizar las tareas cotidianas.
Quienes nos dedicamos a trabajar de manera independiente tenemos la responsabilidad, con nosotros mismos, de permitirnos espacios en los que podamos dar rienda suelta a nuestra creatividad y experimentar, ya sea replanteando aquello en lo que ya estamos inmersos, o proponiendo nuevas ideas o proyectos.
En las empresas más creativas, como 3M o Google, cada trabajador tiene la posibilidad de destinar cerca de un 20% de su tiempo laboral a la ideación de nuevos productos, procesos o líneas de negocio. De este modo es como han nacido grandes ideas como los Post It, por parte de 3M y Google News, Gmail o Google Earth, por parte de la empresa de Sergey Brin y Larry Page,
En mi caso, no llevo una medida de cuánto tiempo dedico a pensar en nuevas ideas, pero sí tengo claro que gran parte de los proyectos más interesantes han nacido de esta forma. Este mismo blog es muestra de ello. Si no me hubiese dado el espacio para proponer ideas nuevas para expresarme, todavía sería un diseñador web anónimo, que piensa mucho, pero no comparte nada.
Lo mismo me ha llevado a crear cursos, a cambiar la forma en que me comunico con mis clientes, a mejorar el proceso que sigo para realizar mis proyectos, a repensar el método de cobro a mis clientes, y así sucesivamente.
Los experimentos no fracasan
Cada vez que realizo uno de estos cambios, lo considero como un experimento, ya que, tal como lo expone Paul Jarvis, los experimentos no fallan, solo muestran resultados.
No se trata de acciones altamente planificadas, en donde tenga una noción acabada de lo que pueda esperar. Se trata, en cambio, de ideas creativas que podrían funcionar o podrían no funcionar y, la única forma de saberlo, es poniéndolo a prueba.
Con algunas de mis ideas he tenido resultados paupérrimos. Mi primer curso pagado, por ejemplo, tuvo solamente 1 estudiante, pero está bien, no esperaba volverme millonario con ese curso, sino comprobar cuánto alcance podría tener un curso lanzado por un diseñador anónimo.
Todo experimento parte de una hipótesis, o sea, una idea de lo que podría resultar de una acción determinada y, para comprobar que la noción es acertada, se realiza la acción y se analizan los resultados.
Si se trata de una idea de negocio o producto y funciona bien, genial, se puede ampliar y replicar más adelante, si no, genial también, ya sé que es un camino por el que no debiera seguir. No de la misma forma al menos.
Beneficios de los experimentos
Los beneficios de experimentar con nuevas ideas/proyectos son múltiples, pero mi favorito es la posibilidad de crear libremente sin estar amarrado a un resultado en particular. La frase que tengo en mi cabeza cada vez que quiero experimentar es algo más o menos así:
«Tengo ganas de publicar un curso sobre la creación de temas de WordPress -por ejemplo-. Podría funcionar o podría no hacerlo. Veamos cómo resulta.»
Cuando el trabajo de un independiente se vuelve aburrido o se convierte en algo rutinario, un experimento, siempre puede sacarnos de ese estado mental y darnos algo nuevo y motivante en lo que pensar.
Adicionalmente a la libertad creativa que conlleva un experimento, también está el hecho de que en ocasiones los experimentos traen consigo una buena cantidad de dinero extra, lo cual, siempre es bienvenido 🙂
No te abrumes
Si tienes interés de experimentar con algo, no te compliques mucho. No necesitas invertir todo tu tiempo y energía, tal vez con dedicarte un fin de semana, un par de días o algunas horas a diario durante un par de semanas a ese proyecto que tienes dando vueltas en tu cabeza sea suficiente.
Recuerda que es solo un experimento.
Te invito a experimentar. Haz aquello que tu instinto creativo te pida. Si resulta genial, y si no, genial también.
Mi experimento más reciente
Muchas personas que recién se unen a mi newsletter, me escriben para preguntarme sobre diferentes cosas. Gran parte de esas preguntas ya las he respondido previamente a modo de artículos en mi blog, pero es lógico, que con el tiempo estas publicaciones vayan quedando ocultas, dada la naturaleza cronológica de este tipo de publicaciones.
En búsqueda de una forma de traer ese contenido antiguo para que aparezca directamente en frente a los ojos de los nuevos lectores, se me ocurrió la idea de hacer un libro digital recopilatorio.
Me senté una tarde junto a mi esposa a revisar el blog y hacer la selección de los artículos que formarían parte del e-book. Planificamos los contenidos adicionales que habría que escribir y luego de redactarlos, puse todo dentro de mi carpeta de Google Drive. Le di acceso a mi amiga Melissa, quien operó como editora del libro, para que pudiera revisar y corregir los textos. Le pedí a mi amigo Jonathan, que escribiera una introducción, y a natalia que hiciera una ilustración para la portada.
Con todo listo, procedí a diagramar en InDesign y exportar las dos versiones, PDF y EPUB y, ahora, dos semanas después, de tener la idea, ya tengo mi primer libro «Lo pensé y lo hice, reflexiones de un diseñador independiente» listo para quien desee comprarlo.
Todavía no sé si generaré mucho dinero con este libro, ni sé cuántas copias comprará la gente durante lanzamiento o los meses venideros. Lo único que sé es que cualquiera sea el resultado estaré conforme, ya que no tengo expectativas establecidas, solo quiero ver qué pasa. Es un experimento.
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Si tienes cualquier duda, solo debes contactarme.
Un abrazo,
@FranciscoAMK