Diseño, Reflexión | 27 de enero de 2016

Dónde acaba la inspiración y comienza la copia

Todos los creativos copiamos o hemos copiado en alguna ocasión. El que diga lo contrario está mintiendo o ha vivido toda su vida alejado de la sociedad.

Los humanos aprendemos por imitación. Cuando somos bebés copiamos los sonidos que hacen quienes nos rodean y así aprendemos a hablar, también copiamos sus expresiones para aprender a demostrar nuestras emociones y la dinámica se repite en casi todo orden de cosas.

Copia y admiración

La imitación o copia es parte de la base de nuestra cultura y, a mi entender, nace en gran parte desde la admiración.

Casi todos los que tenemos algo de artista en nuestro ser, despertamos el interés por el arte luego de haber sido impresionados por la creación de otra persona.

Cuando presenciamos una obra de gran calidad, ésta puede conmovernos tanto que enciende en nosotros la llama que nos invita a crear cosas como esa.

En mi caso, si no hubiera tenido acceso a leer cómics cuando niño, probablemente no me habría interesado aprender a dibujar, o al menos no de la misma forma. Lo mismo ocurre con la música o cualquier tipo de creación.

Cuando vemos una pieza que nos sobrecoge, nuestro primer impulso es copiar aquello que nos inspira. Yo, por ejemplo, aún conservo muchos comics de pelea que dibujé a eso de los 11 ~ 13 años que emulan a Dragon Ball, Los Caballeros de Zodíaco y a todo lo que me influenciaba por ese entonces.

La copia inconsciente

Quienes dedicamos nuestra vida a crear cosas de manera profesional (música, diseño, videos, ilustraciones, fotografías, negocios, etc) debemos evitar copiar, porque se espera que seamos originales y, sobre todo, porque debemos respetar las creaciones de otros colegas.

Pero a veces la copia nace de manera inconsciente.

¿Cuántas veces te ha pasado que diseñas algo y luego descubres que quedó igual a esa referencia que estabas mirando, o compones una melodía que luego descubres que ya estaba en otra canción?

A mí me han pasado ambas cosas e incluso es sabido que a los grandes también les ocurre. Recuerdo haber leído hace poco la historia de la canción de Phil Collins, Sussudio, que se parecía enormemente al tema 1999 de Prince. Al preguntarle sobre esto a Collins, dijo que tenía sentido, ya que durante esa etapa su disco favorito, el que escuchaba todo el tiempo, era el de Prince y eso debe haberlo influenciado mucho.

También suele pasar que la inspiración por el estilo de otro creador queda demasiado manifiesto en tu creación. Siguiendo con otro ejemplo musical, es innegable que Robert Plant de Led Zeppelin se inspiró en Janis Joplin para desarrollar su forma de cantar.

El problema que ocurre con este tipo de copias o referencias muy directas es que, eventualmente puede traer algún problema legal, por eso, dentro de lo posible, es mejor evitarlas.

¿Cómo identificar cuando estás copiando?

Hay términos legales para definir la copia o el plagio, que sirven incluso para aplicar condenas a quienes lo realicen, es importante conocer cómo aplican estas regulaciones a tu área en particular, pero más allá de lo legal, quiero que lo analicemos desde un punto de vista ético.

A mi parecer, hay 2 formas en las  que puedes saber si tu trabajo está siendo una copia y no algo original:

1. Si te incomoda

Si sientes incomodidad respecto a la pieza que creaste porque piensas que las referencias están demasiado explícitas y lo tuyo se parece considerablemente a algo creado anteriormente por otro creativo, es muy probable que estén en frente de una pieza que, en cierto nivel, sea una copia.

Si te encuentras con esa incomodidad o inseguridad de que el resto lo verá y pueden pensar que es una copia lo mejor es no publicarlo aún y evaluar qué cosas puedes cambiar o mejorar para convertirlo en algo 100% tuyo o, eventualmente, crear algo nuevo.

Pienso que en, este caso, la peor opción es presentar algo abiertamente y subestimar al público pensando: “Nah, nadie se va a dar cuenta”.

En algunos grupos de facebook de diseñadores en los que participo  he visto como denuncian hasta los plagios más insignificantes, así que dudo mucho de la idea de que nadie se va a dar cuenta.

2. Si se puede confundir

Si un espectador confunde tu creación con la pieza original, si al verlo/escucharlo alguien lo atribuye a otro artista o, eventualmente, alguien familiarizado con tu estilo no lo reconoce como tuyo, es probable que se trate de una pieza con un alto nivel de copia, tal vez no en un 100% pero sí en cuanto a estilo.

Sé que esto es más difícil para los creativos que están comenzando, porque solemos inspirarnos mucho en un comienzo en nuestros referentes, pero, dentro de lo posible, es bueno buscar la originalidad tanto en la creación como en el estilo.

Cómo inspirarte sin copiar

Lo mejor para poder usar la copia a tu favor en un contexto de aprendizaje es practicar la copia deliberada y eliminarla por completo a la hora de crear algo original.

El método es el siguiente:

Aprendizaje básico

Si estás en una etapa prematura, de aprendizaje, copia todo cuanto puedas, Observa, escucha, sumérgete en la obra de los maestros en tu área y trata, tanto como sea posible, de replicar esas piezas y alcanzar el mismo nivel.

La finalidad de esto es que te familiarices con el proceso de creación y con la apreciación de la creatividad de otros.

Obviamente estas copias deben permanecer privadas, ya que solo cumplen con un objetivo de práctica. No son tus creaciones y no debes mostrarlas públicamente.

Aprendizaje avanzado

Si estás en una etapa más avanzada del aprendizaje, y ya manejas algo de técnica el ejercicio es el siguiente: Aprecia la pieza original por un tiempo y luego replícala, tal como en el ejercicio anterior, pero esta vez sin mirarla/escucharla y siéntete con la libertad de agregar quitar elementos.

La idea de esto es comenzar a ejercitar tu observación y creatividad, ya que 1) no estarás copiando directamente, sino de memoria y 2) comenzarás a aplicar elementos de tu propia cosecha y a desarrollar tu propio estilo.

Proyectos profesionales

Si estás realizando algún proyecto de manera profesional, realiza la investigación inicial en busca de referencias e ideas. Encuentra en ellas lo más valioso, la esencia, pero al momento de crear, aléjalas de tu alcance y crea en base al collage que quedó en tu mente.

Así evitarás que tu creación sea una copia directa ya que no tendrás solo un referente sino varios y, aunque tu pieza se parezca a la original, nunca será igual, ya que solo estarás haciéndolo de memoria.


Siguiendo estos consejos evitarás que tus piezas sean copias exactas y, si bien, pueden llegar a ser parcialmente copias, nunca serán iguales.

Finalmente debo decir que no hay que tener miedo a tener referentes e inspirarse en ellos, solo hay que ser cuidadosos de no copiar lo que ellos han creado.

Debes ser como un ladrón de alto nivel, aquel que en lugar de entrar a un banco y llevarse tanto como pueda, entra a un museo y roba únicamente la joya especial, la más valiosa.

Al momento de inspirarte, busca en tus referencias qué es lo más esencial, qué es lo que la hace genial. Tal vez sea la composición, los colores, la armonía, Quédate solo con eso y usalo como los cimientos de tu creación, ignora el resto.

Para terminar con un ejemplo, te invito a estudiar cuántos han utilizado las composiciones triangulares de Frazzetta sin robar su estilo ni sus piezas. Solo se han quedado con la joya 😉

Frank Frazetta - Barbarian
Imagen original de Frank Frazetta, utilizando su famosa composición centrada con forma de triángulo.
Imagen del ilustrador Stanley Lau, Artgerm. No tengo evidencia para decir que esta imagen está inspirada en Frazetta, pero sin duda usa el mismo tipo de composición que él popularizó, pero con un estilo completamente propio. Está muy lejos de ser una copia.

Espero que esta pequeña reflexión, de alguna forma, te haya ayudado y que los consejos te sirvan para dejar salir tu máximo potencial creativo.

Un abrazo,
@FranciscoAMK