Debes planificar antes de elegir un tema de WordPress

Ya decidiste que harás tu sitio con WordPress. Te han dicho que es fácil, que no se necesita ser un maestro en programación y que podrías conseguir cosas muy interesantes en poco tiempo. Aprendiste a usarlo viendo tutoriales o tomando algún curso gratuito y te sentiste en condiciones para comenzar a trabajar.
Lo primero que hiciste fue comprar un dominio y contratar un hosting, a continuación instalaste WordPress, configuraste los datos básicos y comenzaste la búsqueda de algún tema (plantilla de diseño) que se ajuste a tus necesidades.
Navegaste por más de una docena de opciones pero ninguna de ellas te convenció, hasta que diste con la indicada: Una plantilla preciosa, con la estética que siempre quisiste tener en el sitio web de tu marca, con un esquema de colores que se ajustaba perfecto a tu branding, que mostraba las imágenes de una forma espectacular y que tenía un excelente uso de la tipografía. De más está decir que era responsive y estaba a un precio bastante accesible.
Te encargaste de averiguar que el autor fuera alguien de confianza, que respondía a sus consultas de soporte y tenía buena reputación y, ya que ambas cosas se cumplían, decidiste comprar el tema.
Lo descargaste a tu computadora, lo subiste a WordPress y lo activaste. Con solo un par de clicks y configuraciones, tu sitio comenzó a tomar forma: Subiste tu logo, ajustaste los colores, indicaste los enlaces a tus perfiles en redes sociales y guardaste uno que otro ajuste adicional. Todo esto sin tocar una sola línea de código.
Fue un proceso muy sencillo. Sentías que amabas a WordPress.
Hasta que ocurrió algo que te hizo cambiar de parecer.
Miraste tu sitio y te diste cuenta que no se veía tan bien como el sitio demo del cual te enamoraste.
Las tipografías eran las mismas, el esquema de colores era el mismo, el layout era el mismo; sin embargo, tu logo no parecía calzar allí, el contenido que publicaste no resaltaba tanto ya que en el sitio demo cada página tenía, por lo menos, cinco párrafos y lo que tu escribiste tenía como máximo dos. Además, las imágenes que tenías para publicar no generaban el mismo impacto y parecían estropear el diseño en lugar de potenciarlo.
Trataste de encontrar formas de hacer tu sitio más interesante. Para ello instalaste plugins que implementaron algunas funcionalidades adicionales, entre ellas: Sliders, popups, galerías de imágenes, videos, etc. Notaste que con eso, en vez de mejorar el sitio, simplemente empeoraba.
Esa imagen ideal del sitio que apareció en tu mente la primera vez que encontraste la plantilla se hacía más y más lejana.
Necesitaste a alguien a quien responsabilizar por el mal rato. ¿Culpaste al amigo que te recomendó WordPress? No. ¿Culpaste al autor del tema? No. ¿Culpaste al autor del curso? No.
Culpaste a WordPress.
Se supone que WordPress era fácil – pensaste – que solamente tenía que instalarlo, elegir un tema y listo… pero llevo semanas, no, meses tratando de publicar mi sitio y aquí estoy todavía en un callejón sin salida y no sé qué hacer.
Sentiste que todo lo que te habían dicho sobre WordPress era una mentira, que no era fácil, que no era rápido y que lo único que hizo fue retrasar tu proyecto.
Dime, ¿Has pasado por una situación como esta? ¿Has odiado a WordPress alguna vez por lo complicado que puede ser llevar tu sitio web a la vida?
Déjame decirte algo…
La culpa no es de WordPress ni del tema
Si se te hizo difícil el proceso de tomar la plantilla de diseño y hacer que funcionara bien para tu propia marca y tu propio contenido, es muy probable que el problema sea una falta de planificación de tu parte.
A menudo recibo emails de personas contándome que tienen tal o cual tema de WordPress, pero no saben cómo hacer para implementar una característica que vieron que otro tema tenía. En estos casos por lo general me pregunto ¿Y por qué no compró un tema que tuviera esa característica en lugar de modificar uno sin saber bien lo que está haciendo?
Antes de elegir un tema de WordPress debes tener claro cuáles son las características que necesitarás, cuál es el tipo de contenido que publicarás, cuál es la estética que deseas proyectar y cuales son las funcionalidades que son esenciales para ti.
Si tienes todo eso claro desde el inicio podrás elegir una plantilla que cumpla con tus requerimientos y esté alineada con tus objetivos. En cambio, si escoges un tema de WordPress solo porque viste un diseño bonito, podría apostar a que en muy poco tiempo terminarás tratando de cambiarla y convertir esa plantilla en algo que no es, con la esperanza de que eso compense la falta de planificación.
A mí me encanta el jazz, disfruto mucho de las improvisaciones, sin embargo, cuando hablamos de un negocio online lo mejor es tener todo claro desde el inicio. Con esto no quiero decir que no se pueda iterar, mejorar en el camino o hacer experimentos, sino que hay que saber, por lo menos, hacia donde vamos con esto.
Si eres un diseñador web, lo mejor que puedes hacer es implementar una etapa de objetivos y planificación al trabajar con tus clientes. Ahora bien, si eres un autodidacta tratando de lanzar un sitio web por tu propia cuenta, solo puedo recomendarte que visualices y planifiques cómo quieres que sea tu sitio web y, si no sabes como hacerlo, que contrates a algún profesional del diseño web que te ayude en esa materia.
Un abrazo,
@FranciscoAMK