Diseño, Reflexión | 13 de enero de 2015

Consejos para redactar el contenido de un sitio web

Si has seguido mis artículos, probablemente ya sabrás estoy rediseñando mi sitio web (ya casi terminando) y no se trata de un simple cambio estético, es más bien una actualización completa desde un punto de vista estratégico, estético y comunicacional.

Dentro de este proceso hay algunas labores que se me dan con cierta facilidad o fluidez, como el diseñar las pantallas e integrarlas en WordPress, sin embargo, lo que no me ha resultado tan sencillo ha sido replantearme y producir nuevamente todos los textos.

Así que asumiendo que tú también puedes estar pasando por la misma dificultad compartiré contigo algunos consejos para ayudarte a redactar el contenido de tu sitio web con mayor facilidad y para tener en consideración cuando revises los contenidos de tus clientes.

Apuesto a que estás preguntándotelo:

¿Quieres decir que debo revisar los textos de mis clientes?

Si eres un diseñador web que se dedica únicamente a usar sus capacidades técnicas para crear sitios web basados en lo que el cliente pide, probablemente esto sea algo que no te corresponda.

Por el contrario, si eres de los que van más allá y actúas como un consultor web, en donde tu rol, además de lo técnico, es el de proveer consejos profesionales y asesoría sobre estrategia para ayudar a tu cliente a conseguir sus metas a través del sitio web, entonces es algo que definitivamente tienes que hacer.

No digo que tengas que escribir directamente el contenido, pero sí que debes revisarlo cuidadosamente y asegurar que todo esté en armonía con la estrategia, con la marca y con el objetivo del sitio web.

Recuerda que finalmente si el sitio no rinde resultados, aunque sea por una mala redacción de textos, a quien apuntarán las miradas será a ti, así que más vale tener todas las áreas cubiertas.

Ahora sí, vamos con los consejos:

La personalidad de la marca

Toda marca es como una persona, es decir, tiene su propia personalidad y se identifica con ciertos valores. Cuando estés redactando o revisando un texto, procura que el tono y la manera de comunicar representen estas características de la marca.

Por ejemplo, si estás revisando los contenidos para un sitio web de una importante firma de abogados que es muy tradicional y elegante, no querrás que el mensaje se entregue de manera informal o con lenguaje coloquial, seguramente lo más adecuado, de acuerdo a la marca, sería usar un lenguaje serio y formal.

Mientras que si el contenido es para una marca de jeans orientada al público adolescente, seguramente lo más indicado sería usar un lenguaje directo, cercano e informal.

Cada página tiene un objetivo

Todo sitio web tiene un objetivo principal, ya sea conseguir que el visitante llene el formulario de contacto, que se suscriba a un newsletter, que compre un producto o que descargue algún archivo. Dentro de este contexto, cada página del sitio tiene su propio objetivo, que debiera llevar finalmente a conseguir el objetivo principal.

En un sitio de una empresa de servicios, por ejemplo, habitualmente el objetivo general es conseguir que el visitante llene un formulario de contacto y, el objetivo de cada página, es preparar las condiciones para que eso ocurra, entonces la página «Acerca de», debiera cumplir la misión de  mostrar al visitante las trayectoria y los logros de la empresa, para aumentar la confianza percibida en la marca, mientras que el portafolio, debiera cumplir el rol de mostrar lo valioso que ha resultado el trabajo de la empresa para sus anteriores clientes, y así demostrar su experticia. En ambas páginas se está potenciando la confianza percibida desde ángulos diferentes y eso, eventualmente, llevará a que el visitante decida contactar a la empresa.

Cuando escribas o revises un texto es importante que tengas claro, desde el principio, cual es el objetivo de cada página. De esta forma podrás identificar y corregir cada vez que el enfoque se pierde y el mensaje se comienza a ir por las ramas.

Procura que el contenido sea directo y siempre enfocado en el objetivo de cada página en particular.

Los puntos de desconfianza

Habitualmente lo que mantiene a los visitantes sin tomar la acción que esperamos que realicen es simplemente una falta de confianza con la marca o con el sitio y, en la mayoría de los casos, esto proviene simplemente de la falta de información.

Supongamos por un momento que en el sitio que estás trabajando el objetivo es conseguir suscriptores al newsletter. Hay varias preguntas que el visitante puede tener y que producen desconfianza, algunas podrían ser:

  • ¿Qué obtendré al suscribirme?
  • ¿En este newsletter hablan sobre el tema X?
  • ¿Me mandarán SPAM?
  • ¿Qué tan difícil será desuscribirme si el newsletter no me gusta?
  • ¿Hay gente que ya reciba este newsletter?¿Ha sido beneficioso pare ellos?

Al revisar o redactar el contenido de un sitio, trata de ponerte en los zapatos del visitante y responde todas las preguntas, y demuéstrale que la marca y el sitio son de confianza.

Si ya tienes un contacto previo con visitantes del sitio, lo mejor que puedes hacer es simplemente preguntarles.

Trata de contar historias

No hay nada más aburrido que entrar a un sitio web y ver textos que solo describen a una empresa en un tono plano y lineal. Todos hemos visto sitios que dicen algo más o menos así:

Somos una empresa dedicada a la comercialización de productos y servicios dirigidos a los mercados de la construcción e industrial, representando a importantes proveedores nacionales e internacionales de subproductos de plástico…

Aburrido….

Las personas retenemos mucho mejor la información cuando se nos es contada a modo de historias, sobre todo si está bien narrada y tiene climax, momentos de tensión y momentos de tranquilidad. Cuando una historia te atrapa, no hay forma de que lo olvides.

Por ejemplo, en el colegio me enseñaron durante años la historia de Chile, quienes son los padres de la patria, las batallas más importantes y muchas otras cosas que hoy difícilmente puedo recordar. Sin embargo, a esa misma edad, yo disfrutaba mucho viendo «Samurai X», una serie de animación japonesa ambientada en el siglo 19 en Japón y gracias a las historias que allí se contaban, puedo recordar hasta el día de hoy, lo que históricamente significó el término de la era feudal para samurais y campesinos.

Si es posible, trata de incluir historias en tus textos, son mucho más fáciles de digerir y más fáciles de recordar.

Aléjate de las frases rebuscadas y trilladas

Si usas frases cliché en tu sitio web o el de tus clientes, probablemente la gente pensará que se trata de una empresa cliché o peor aún, que no saben bien lo que hacen, ya que no pueden explicarlo de otra forma más que recurriendo a frases pre-hechas y altamente manoseadas.

Un ejemplo de frase cliché que yo rechazo profundamente, es:

Tenemos un equipo multidisciplinario de profesionales

Estoy seguro que puedes explicar con tus propias palabras, de una forma más directa y honesta, las cualidades de la empresa y los beneficios de trabajar con ella.

Lo primero es lo primero

Estoy seguro que has visto anuncios o sitios web en donde lo primero que lees es algo como esto:

Servicio las 24 horas, líderes en atención de excelencia, llámenos ahora y obtenga un 10% de descuento.

Uno inmediatamente piensa «Qué buena oferta pero… ¿qué es lo que ofrecen?»

Nunca dejes que el interés de hacer llegar una promoción o resaltar los beneficios de la empresa hagan que se te olvide darle contexto al visitante. Nuevamente el consejo aquí es ponte en sus zapatos.

Hay gente que no lee, solo escanea

Está muy de moda decir que «la gente no lee», yo no estoy de acuerdo, la gente lee solo lo que le interesa leer, es por eso que muchos de quienes lleguen a tu sitio, probablemente no leerán todo el contenido.

Muchos de ellos, seguramente solo escanearán la página buscando si hay algo que despierte su interés, así que deberías hacer que cada página sea tan fácil de escanear como sea posible.

Separa el contenido en bloques, usa subtítulos, resalta textos, usa citas y pon imágenes de vez en cuando. Con esto harás que el visitante se pueda hacer una idea general de qué se trata la página sin la necesidad de leerla completa y, si una parte le interesa, la leerá sin problemas.

Ortografía y redacción

Lo último en la lista pero probablemente lo más importante, revisa que no hayan errores de redacción ni de ortografía. Procura que no te falten acentos, que no hayan palabras muy repetidas, que no hayas cambiado alguna «V» por una «B», etc.

Afortunadamente la mayoría de las aplicaciones de redacción de textos tienen correctores ortográficos, así que eso es una gran ayuda, pero no dependas solo del software, si tienes a alguien que pueda leer tus textos y darte una segunda opción siempre será lo mejor.


Ok, esos son mis consejos para redactar el contenido de un sitio web o revisarlo si se trata del sitio de un cliente, espero que te resulten de utilidad y ya sabes que si tienes alguna sugerencia, comentario o algo que agregar, la sección de comentarios está esperando por ti más abajo.

Un abrazo,
@FranciscoAMK