Negocios, Reflexión | 22 de abril de 2015

Preparando el terreno para alcanzar tus metas

Uno de los objetivos que me planteé para este año fue experimentar como expositor en charlas o conferencias del área del diseño, la tecnología o los negocios.

Hay varias cosas que me motivan para querer comenzar y, eventualmente (espero), volverme alguien bien reconocido y solicitado dentro de este ámbito:

  • Me permitiría compartir ideas que pueden ayudar a personas que no conozco
  • Me permitiría viajar y conocer lugares hermosos alrededor del mundo
  • Me permitiría conocer e influir positivamente en la gente

Todo eso suena muy interesante y de verdad despierta mi interés, sin embargo, lo que realmente me motiva es algo más bien personal: poner a prueba mis límites.

Permíteme darte algo de contexto.

Yo siempre he sido una persona muy tímida, con miedo a hablar en público, a hacer el ridículo, a equivocarme y con un tremendo rechazo a ser el centro de atención. Sin embargo, también soy un creativo y como tal, me gusta desafiar el status quo de las cosas y probar ideas nuevas, no solamente desde un punto de vista artístico o profesional, sino también personal.

Por eso en ocasiones me propongo hacer cosas simplemente para salir de mi zona de confort.

Si hay algo que se me da con facilidad es estar solo en mi habitación creando, sin que nadie me moleste y con música instrumental sonando. Es algo que disfruto mucho y puedo pasar horas en ese estado, pero si fuese lo único que hiciera llegaría el momento en que se volvería aburrido, así que ¿por qué no probar algo diferente de vez en cuando?

Si bien es cierto que he hecho varios webinarios con anterioridad y he tenido una muy buena recepción con ellos, siguen siendo eventos que se realizan desde la comodidad de mi oficina. Un verdadero desafío sería pararme sobre un escenario, frente a un grupo de personas mirándome directamente, no a mi pantalla, sino a mí. 

Preparándome para salir de la zona de confort

Por supuesto, no me convertiría en un expositor o conferencista de la noche a la mañana, tenía que preparar el camino de cierta forma para que esto sucediera, así que tomé una serie de acciones que me ayudaran a acercarme al objetivo:

Observé a expositores talentosos

Pasé algo de tiempo observando a conferencistas que admiro mucho, de hecho, me inscribí en una clase de Chris Lema, en donde daba sus mejores tips sobre cómo dar charlas que dejen una marca en la audiencia.

Asistí a una charla de primer nivel

Mágicamente, con la determinación de comenzar un camino en el área de las charlas, una amiga de la nada me regaló una invitación a una charla de muy alto nivel que se realizó aquí en Santiago, en donde expusieron personas importantes de las empresas Twitter, Fabebook y Google. Finalmente la charla fue un desastre, pero al menos pude aprender qué cosas son las que no debe hacer un charlista para defraudar a su audiencia.

Dejé que el mundo lo supiera

Cuando actualicé por completo mi sitio, creé una página de preguntas frecuentes en donde dejaba absolutamente claro que entre los servicios que puedo ofrecer se incluye el dar charlas.

Me imaginé el peor escenario posible

Como cualquier persona que tiene que hablar en público me daba miedo el que se me pudiera enredar la lengua y no poder expresar bien una idea, pero eso no es lo peor que puede pasar. Lo peor sería estar presentando en frente a todo el mundo, y comenzar a orinarme y defecarme encima de una forma tan fuerte que termine por matarme de un modo extremadamente ridículo mientras todos se rien de mí.

¿Un poco exagerado? Sí, pero se trata de el peor de los casos.

Con esta idea en mente, cada vez que se me enredara la lengua podría decirme a mi mismo, tranquilo, todo está bien, al menos aún no comienzas a orinarte encima. 

Hice una prueba

Este fue probablemente el punto más importante para superar mi miedo a exponerme a hablar frente a otras personas.

Conversé con un grupo de amigos, y les propuse la idea de jugar a que estábamos en una conferencia TEDx y que todos éramos expositores. Les gustó mucho la idea y algunas semanas después nos reunimos un día sábado en la noche y cada uno tuvo la oportunidad de realizar su presentación.

Dejando de lado el hecho de que fue una experiencia muy entretenida y enriquecedora como grupo, al poder descubrir que cada uno de nosotros tiene algo muy interesante que compartir con el mundo, para mi significó el darme cuenta de que podía hacerlo.

Me paré frente a ellos, hablé por cerca de 30 minutos aprox. y, honestamente me sentí cómodo, no me pareció que hiciera el ridículo y pude notar que lo que yo tenía para decir era interesante y les hacía sentido.

A propósito, el tema que expuse, en esa ocasión luego fue convertido en un artículo que puedes leer aquí.

Pasó lo que tenía que pasar

No sé si será coincidencia, si debo atribuirlo al universo o a las energías que mueven la ley de la atracción, pero exactamente un mes después de haber realizado este ejercicio y haber despertado en mí la confianza de que podía hacerlo, recibí un email muy importante.

El email venía de Joel Espinoza, quien se presentaba como el director de Open D una agrupación de diseñadores que en facebook reúne a más de 5.000 diseñadores y que mensualmente realizan eventos gratuitos en donde diferentes profesionales comparten sus conocimientos con la comunidad. El motivo del mensaje era para saber si me interesaba ser el expositor de su próximo evento.

Obviamente le dije que sí me interesaba y que estaba dispuesto a participar.

Durante las siguientes semanas me dediqué a preparar el material de la charla “Los principios del diseño web para diseñadores gráficos” y a ver cómo el interés de la comunidad por participar se hacía notar.

Mi primera charla

El día del evento llegaron alrededor de 90 personas, cuando yo me había imaginado un grupo de unas 20 personas como máximo. La convocatoria fue un éxito, y eso me puso muy nervioso.

Pero nada malo pasó, me pude parar frente esas 90 personas, realizar mi presentación y fue muy bien recibida, tanto así, que varias personas se me acercaron para darme las gracias, entre ellas, un profesor que había llevado a sus estudiantes.

Puedo decir que pasé mi primera prueba, hice mi primera charla masiva, salí de mi zona de confort y nada malo pasó (no me oriné encima).

Cosas buenas pasan cuando las llamas

Si bien es cierto que muchas cosas se dieron de manera natural, sin la necesidad de mi intervención, como por ejemplo la invitación inesperada de parte de Joel, el resultado habría sido muy diferente si yo no hubiera preparado el camino para sentirme bien conmigo mismo aceptando dar una charla frente a otros profesionales y estudiantes.

¿Por qué te he contado esta historia? Porque quiero invitarte a hacer lo mismo.

No a dar charlas (a no ser que sea lo que quieras hacer), sino a preparar el terreno para que puedas recibir tranquilamente aquello que quieres que ocurra y puedas alcanzar tus metas con tranquilidad.

¿Quieres trabajar con clientes más grandes que aquellos con los que trabajas hoy? Entonces prepárate a ti mismo(a) y tu entorno para que puedas decir que sí cuando ellos lleguen y estés listo(a) para darles lo que necesitan.

¿Quieres dar un servicio más completo? Prueba este nuevo servicio antes de ofrecerlo públicamente, ofrécelo gratis a un cliente con el que estés trabajando hoy o pide a algún amigo que sea un conejillo de indias voluntario para que puedas evaluar el impacto del servicio.

¿Quieres comenzar un blog? Escribe 10 artículos antes de crear el blog y muéstraselo algunas personas que podrían calzar dentro de tu audiencia. Evalúa cómo te sientes mostrando tus pensamientos por escrito con otras personas y cuál es su reacción al leerlo. Lee otros blogs y aprende de ellos.

La idea no es caer en un estado de parálisis del análisis, sino comenzar con anticipación a hacer aquello que quieres hacer a futuro.

Querer no es poder, es solo es el primer paso. Lo que sigue es levantar tu trasero de la silla y comenzar a hacerlo.

Cuéntame ¿Cuál es el siguiente paso que quieres tomar en tu vida? ¿Qué estás haciendo para llegar allí?

Un abrazo,
@FranciscoAMK

PD: Pretendo repetir la charla a modo de webinario para todos los que no pudieron asistir. Si aún no estás suscrito, regístrate más abajo para poder avisarte cuando se realizará este evento.