Personal, Reflexión | 29 de septiembre de 2015

MEC: La estrategia infalible para cumplir tus metas

Junto a Natalia, mi esposa, hemos logrado muchas cosas y eso nos hace tremendamente felices y agradecidos: trabajamos en áreas que nos apasionan, no tenemos jefes y ganamos lo suficiente como para estar tranquilos y darnos algunos gustos de cuando en cuando.

Pero no somos especiales, somos personas comunes y corrientes, igual que tú.

Nuestros padres son gente de esfuerzo y todo lo que nos dieron en nuestras respectivas infancias fue producto de su propio sudor y trabajo. Yo crecí en uno de los barrios más marginales de Chile, La Legua y la historia de Natalia no es muy diferente de la mía.

No nacimos en cuna de oro y nadie nos ha regalado nada.

¿Por qué te cuento esto?

Porque estoy aburrido.

Estoy aburrido de escuchar las excusas que las personas se ponen para justificar por qué no han cumplido sus propias metas y, de paso, restar mérito a nuestros logros.

No me alcanzan los dedos de las manos y los pies para contar las veces que nos han dicho alguna de estas cosas:

  • Es que ustedes trabajan en lo que les gusta
  • Es que ustedes no tienen hijos
  • Es que ustedes son jóvenes todavía
  • Es que ustedes tienen su propia casa

y así sucesivamente…

Trabajar en lo que nos gusta y alcanzar cierto grado de éxito es genial, pero hemos puesto una enorme cantidad de esfuerzo, dedicación y sacrificio para llegar allí. Y todavía lo hacemos.

Si las personas que nos han dicho alguna de estas frases fueran conscientes de las horas de trasnoche que hemos pasado trabajando duro, las reuniones incómodas a las que hemos ido, la gran cantidad de veces que nos hemos expuesto a las críticas y al fracaso o, incluso, las ocasiones en que hemos llegado a las lágrimas (sí, lágrimas) por haber escogido el camino difícil, seguramente no lo dirían con tanta liviandad.

Obviamente, esto no lo digo para quejarme, sino para aclarar un punto importante:

No soy diferente a ti, de hecho, es muy probable que tú seas mucho más inteligente que yo.

Solo creo que hay dos cosas que nos diferencia a mi esposa y a mí del resto de la gente:

  1. Nos tenemos el uno al otro
  2. Estamos dispuestos a poner el trabajo y los sacrificios necesarios

Así que la próxima vez que veas a alguien que haya logrado algo que a ti también te gustaría conseguir, recuerda que tienes todo lo necesario para hacerlo, no necesitas haber nacido con un talento especial, ni pertenecer al 10% más rico de la población.

Todo lo que necesitas es aplicar la estrategia MEC, que es bastante sencilla: Mueve El Culo” y pon el esfuerzo necesario.

Deja de pensar que las personas que consiguen sus metas lo hacen gracias a que las circunstancias se lo hacen fácil. Deja de quejarte por no haber tenido la suerte de nacer en una familia adinerada o con un talento innato. Deja de culpar a los políticos, al mercado, a los empresarios, a los ricos, a la naturaleza, a tu familia, a dios o al universo de tu suerte.

Comienza a hacerte cargo de tu propia vida. Comienza a aceptar quién eres, cuáles son tus circunstancias y, desde allí, construye tu propio destino.

Y sobre todo Mueve El Culo. Porque sentado en esa silla, lamentándote de la suerte que te ha tocado, nunca vas a conseguir nada.

Si naciste pobre no es tu culpa, pero si te mueres pobre, eso sí es tu culpa. - Bill gates

Un abrazo,
@FranciscoAMK


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